Tu cuerpo interior 

Tu cuerpo interior no es sólido sino espacioso. No es tu forma física sino la Vida que anima la forma física. Es la Inteligencia que creó y que mantiene el cuerpo coordinando simultánemamente cientos de funciones diferentes de tan extraordinaria complejidad, que la mente humana sólo puede comprender una minúscula fracción. (Eckhart Tolle). El cuerpo se convierte en una puerta abierta al infinito espacio interior, el cual no tiene ninguna forma. Este espacio vacío es vida en plenitud. 

Pregúntate amiga mía:

¿PUEDO SENTIR EN ESTE MOMENTO LA PRESENCIA DEL ESPACIO INTERIOR?

¿SOY CONSCIENTE DE MI PRESENCIA?

¿SOY CONSCIENTE NO SOLO DE LO QUE ESTÁ OCURRIENDO EN ESTE MOMENTO, SINO TAMBIÉN DEL AHORA MISMO COMO EL ESPACIO INTERIOR VIVO E INTEMPORAL DONDE OCURRE TODO? 

Tenemos que entrar en el cuerpo para descubrir que no somos eso.

Cuando mires un árbol, a tu pareja, estés en una conversación siente al mismo tiempo la vida interior. Utilizar tu cuepor como ancla te servirá, compañera, para estar presente en el ahora. Te impedirá perderte en los pensamientos recurrentes y cansinos, emociones y situaciones externas. Cuando uno piensa, siente, percibe y experimenta la conciencia se hace forma. Cuando aceptamos plenamente la forma tal como sucede podemos sintonizar con el espacio interior, que es la esencia del ahora. (Ideas de Ectkhart Tolle)

No somos aquello que pensamos

Si soy consciente de que no soy lo que pienso, también seré consciente de que lo que lo que pienso de ti tampoco es lo que yo creo que eres. Tú no eres lo que yo pienso de ti y por tanto, aquello que sucedió tampoco es lo que sucedió. Esto es una gran liberación. ¿Si nada es como yo lo pienso, entonces qué es? Y aquí se abre el melón mental y empezarán a ocurrir cosas. Todas estas palabras son significados a interpretar e intelectualizar. Sólo tienen valor si se vivencian. 

Te invigo a que te preguntes lo siguiente: ¿Soy lo que pienso? (no tengas prisa en contestar, aunque tu yo personal ya habrá contestado. No importa).

Eres perfecta ta y como eres.

Eres perfecta tal y como eres. No tienes que rechazar nada de ti. Eres perfecta porque aquello que sustenta tu forma es perfecto. Y porque tu forma es tal como es ahora, y por tanto son tus coordenadas de vida humana. Y para trascender esta forma en la que estás tan identificada hay que hacer las paces con ella; es decir, contigo misma.